La forma de la almohada: privilegiar el rectángulo
Considerando que pasamos cerca de 8 horas diarias con la cabeza encima de una almohada, parece acertado dedicarle la mayor atención. Esto empieza por su compra. Antes de optar por la primera almohada que encuentres, conviene observar algunos criterios esenciales que harán de esta compañera la mejor aliada de un sueño reparador. El primer criterio en el que conviene detenerse es la forma de la almohada. Aunque las más corrientes sean de forma cuadrada, existen en realidad formas diversas y variadas: rectangular, en forma de olas o también en forma de travesaño.
Almohada en travesaño
Se trata de una almohada de forma tubular muy larga. No se recomienda en general ya que es fuente de dolores cervicales importantes. Los travesaños cilíndricos también se deben evitar ya que inducen a una mala posición para dormir debido a su importante espesor. Solo los travesaños más planos pueden eventualmente servir.
La composición de las almohadas
Látex, poliéster, plumas, lana e incluso espelta o bambú, los materiales que conforman las almohadas están particularmente diversificados. Las propiedades de cada una así como el confort que procuran difiere totalmente y conviene elegir la que mejor se adapte a cada persona.
Materiales principales
- Las almohadas de poliéster son las más corrientes en el comercio, pero no por fuerza las más aconsejadas. Más económicas, las almohadas de poliéster pueden sin embargo servir para camas supletorias, a condición de cambiarlas con frecuencia: cada dos años máximo.
- Las almohadas de látex son mucho más resistentes y ofrecen un apoyo incomparable. Además de poder durar fácilmente hasta 10 años, o incluso más, las almohadas de látex tienen propiedades antiácaros y antibacterias apreciables.
- La almohadas de espuma con memoria de forma logran combinar dos calidades indispensables: flexibilidad y firmeza a la vez. Las almohadas con memoria de forma se adaptan suavemente a la anatomía del usuario para un confort máximo, a la vez que garantizan a la columna cervical una posición perfectamente adaptada.
- Las almohadas de plumas y de plumón pueden a veces resultar caras, sin beneficiar a pesar de todo de características excepcionales. Pueden alojar ácaros y se estropean en general al cabo de 5 a 8 años.
Las almohadas naturales: materiales sanos muy apreciados
Los materiales de origen natural son los más apreciados y los fabricantes de almohadas han satisfecho esta demanda creciente. Las almohadas pueden estar formadas por materiales como la lana, el soja, el bambú, la espelta, el sarraceno y muchos más.
Las almohadas cuya composición es de materiales naturales en general se ofrecen a precios bastante altos. Sin embargo tienen características a veces poco conocidas pero muy interesantes. Las almohadas de sarraceno o de espelta están indicadas por ejemplo para las personas que tienen tendencia a sudar mucho. La almohada de mijo por su parte, extremadamente manejable, ofrece un apoyo incomparable adoptando perfectamente la forma de la nuca. Son alternativas que conviene enfocar, a condición sin embargo de pagar el precio.
Recuerda...
- El travesaño está desaconsejado, sobre todo si es voluminoso porque puede provocar dolores cervicales.
- La almohada de forma rectangular que ocupa menos espacio que la almohada cuadrada, está recomendada.
- Las mejores almohadas, también las más caras, son las almohadas en forma de olas llamadas ergonómicas.
- Las almohadas de látex son más resistentes que las almohadas de poliéster y ofrecen un mejor apoyo. Pueden ser utilizadas hasta 10 años y más.
- La almohada de espuma con memoria de forma se recomienda para los que quieren suavidad y una almohada particularmente adaptable a su anatomía.
- Cuidado con los ácaros que se alojan fácilmente en las almohadas de plumas y plumones.
- Las almohadas de materias naturales tienen cada vez más éxito. A menudo son caras, pero disponen de propiedades excepcionales.