Dolores de espalda: ¿que colchón es mejor para la espalda? ¿como elegir un colchón para dolor de espalda?

Una de cada dos personas afirma tener problemas de sueño. Si las causas pueden ser diversas, los síntomas también lo son: estrés, irritabilidad, dolores… en particular dolor de espalda. Los dolores dorsales afectan a cerca de un 80 % de las personas al menos una vez en su vida, y la calidad del sueño se pone en tela de juicio. Además de ser el origen de este tipo de dolores, dormir mal tendrá tendencia a agravarlos. Algunas patologías como la artrosis lumbar, las lumbalgias o también las hernias discales se agravan incluso sistemáticamente por el simple hecho de quedarse tumbado e inmóvil en una cama.

Por ello elegir una cama adaptada a su morfología y sus necesidades es de la mayor importancia: por supuesto se trata de una inversión importante, pero cuyos efectos benéficos a largo plazo son innegables.

La oferta en materia de colchones es tan importante que resulta a veces difícil saber hacia cuál orientarnos. Entre los colchones de muelles, los colchones de visco y la tecnología látex, es difícil elegir. Cada tipo de colchón tiene sus ventajas e inconvenientes y por ello es principalmente una cuestión de calidad, pero también de gustos. Sin embargo, conviene plantearse unas preguntas esenciales antes de optar por un colchón u otro, a la vez para asegurarse de tener un sueño óptimo pero también para evitar los dolores dorsales.

La firmeza del colchón

La firmeza del colchón es probablemente el criterio más determinante para todo lo relativo al confort y al apoyo. Esta se determina gracias a su densidad, índice expresado en kg/m³. Para un mínimo de confort, más vale no bajar nunca por debajo de 25 kg/m³, lo ideal sigue siendo de 70 kg/m³. El colchón asegura de este modo una firmeza mayor y un apoyo ideal de las diferentes partes del cuerpo, sin ser demasiado firme y acentuar los puntos de presión. Para comprobar si un colchón es demasiado firme, hemos de pasar la mano entre los riñones y el colchón: si existe un espacio entre ambos, es demasiado firme.

Para elegir la firmeza ideal, se debe tener en consideración su talla, su morfología, y su peso. Un colchón mullido estará recomendado para una persona fina y de talla pequeña, mientras que un colchón equilibrado a firme corresponderá más a una persona de un peso superior.

Con un colchón demasiado firme, pueden aparecer dolores de espalda a nivel de los hombros y de las caderas, mientras que un colchón demasiado blando tendrá tendencia a curvar la columna vertebral y provocar dolores de espalda importantes en la zona dorsal.

El espesor del colchón

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El confort y el apoyo del colchón también están relacionados con su espesor. Un colchón más grueso será a menudo sinónimo de un relleno de calidad y de un mayor confort.

Los colchones de látex y de espuma tienen un espesor medio incluido entre 15 y 20 centímetros, mientras que los colchones de muelles se acercan de los 20 a 25 centímetros. En ambos casos, se recomienda optar por el espesor mayor, pero algunos colchones más finos también son cómodos: todo es una cuestión de calidad.

Dimensiones adaptadas

Tener más espacio en la cama, es asegurarse de menos molestias, en particular en pareja. Esto mejora el sueño y a la vez los eventuales dolores dorsales. Existen dimensiones estándares que son las siguientes: 135×190 y 90×190 para un colchón individual. Lo ideal, para dos, es el 150×190 cm como mínimo, ya que asegura una buena independencia y así un mayor confort.

Los colchones más grandes como los de 180×200 cm no son estándares, pero empiezan a estar relativamente presentes en el mercado. Sin embargo, fuera de estos estándares, es totalmente posible optar por un colchón a medida, pero entonces tendrá que procurarse un somier y ropa de cama, adaptados.

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Las camas y el colchón diseñados especialmente para el dolor de espalda

Para las personas que sufren importantes dolores despalda (dolor lumbar o lumbalgia, dolor de espalda en la zona dorsal… ), existen camas especialmente adaptadas: es el caso de las camas articuladas, también llamadas «camas de relajación». Se trata de un somier aticulado eléctrico, en principio formado por 5 partes incluidas 4 móviles. La combinación de las diferentes partes y su inclinación tienen múltiples intereses: mejorar la circulación sanguínea, un confort general optimizado, pero también beneficios para la espalda. Por ello, además, los especialistas tienen tendencia a orientar las personas que sufren problemas de espalda hacia este tipo de cama, ya que se puede regular para limitar el dolor.

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