El cutí, ¿qué es?
La cama es un centro de importantes gastos. Por ello se debe elegir con mucha atención. Y esto empieza por el colchón. Ya sea la dimensión del colchón o su confort, varios elementos se deben tener en cuenta. Pero la higiene también es un criterio primordial. Para asegurarse de conservar su cama en un buen estado durante el mayor tiempo posible, hay que protegerla. Para el colchón, es el cutí que ofrece la primera protección. Este es su papel y sus diferentes características.
Al comprar un colchón, se deben tener en cuenta varios criterios. El estilo de los muelles, los materiales o también el tipo de relleno, es lo que se menciona con mayor frecuencia. Pero no se debe olvidar otro criterio. El cutí, aunque a veces se desatienda, sigue siendo un elemento importante en la calidad de un colchón.
Se trata efectivamente de la capa de textil que cubre el colchón. Por ello, el cutí está directamente en contacto con el exterior. Se trata pues del revestimiento con el que el cuerpo entra directamente en contacto. De modo que es él que será en parte responsable del confort, al determinar en particular la calidad de recepción del colchón.
Esta calidad de recepción varía entonces según las técnicas de fabricación utilizadas. Podemos destacar tres principales tipos de cutís: los cutís jacquard, los cutí stretch y los cutís en piqué. Los cutís jacquares se distinguen por el tejido del textil que los compone. Se trata de una técnica tradicional de fabricación que ofrece una recepción particularmente cómoda.
Por su parte, los cutís en piqué tienen una trama más elástica que la del modelo anterior. Como ejemplo, el colchón de látex Alpine+ Nature presenta este tipo de cutí. Por fin, los cutís stretch están caracterizados por una gran elasticidad, por ello es la técnica que más se utiliza con el látex. La flexibilidad de este material permite una mayor capacidad de adaptabilidad, la recepción del colchón es de alta calidad.
Composiciones diversas para un confort particular
Aunque la técnica de producción tenga un impacto en la calidad de recepción de un colchón, esto también es el caso con el textil utilizado. Y las posibilidades son múltiples. Los cutís pueden efectivamente estar realizados de viscosa, poliéster o algodón, incluso de lana o también de lino. Si se utilizan tantas materias para realizar cutís, es porque sus características son diversas. Con sus propias propiedades, los diferentes textiles mencionados responden a necesidades diferentes.
Su facilidad de producción explica en particular la diferencia de precio que existe entre los cutís de materias naturales y sintéticas. Para beneficiar de un cutí que ofrece una buena relación calidad precio, optar por los modelos formados por mezclas entre materias sintéticas y naturales puede ser una buena alternativa.
Los cutís de materias nobles o naturales
- La viscosa tiene una suavidad agradable al contacto con la piel.
- El algodón está reconocido por sus calidades de ventilación. Favorece una buena regulación de los líquidos evacuados por el cuerpo, así como la humedad.
- La lana tiene en la mayoría de los casos las mismas propiedades que el algodón pero se distingue por sus propiedades termorreguladoras.
- El lino ofrece la ventaja de aislar cuando las temperaturas son frescas, y de respirar cuando son más altas.
Los cutís de materias artificiales
- El poliéster se distingue por su elasticidad y su capacidad para evacuar la humedad.
- el látex sintético, que tiene las calidades del látex natural por sintetización.
El cutí: responsable del confort pero sobre todo de la higiene
Es la otra gran utilidad del cutí. Aunque su papel sea real en el confort que ofrece el colchón, es sobre todo para la higiene que el cutí es importante. Como lo han demostrado las características de las materias utilizadas para su fabricación, el cutí pretende principalmente ofrecer una buena gestión de los fluidos. Ya sea debido al sudor o a la humedad presente en la habitación, el revestimiento debe mantener una buena higiene del colchón.
En función de las habitaciones, se deben favorecer materiales como el látex. Sus importantes propiedades de ventilación se deben efectivamente a una estructura alveolar que permite una ventilación óptima del colchón. Pero los materiales utilizados no son los únicos que garantizan la buena higiene de un colchón.
Con la inversión que requiere un colchón y los retos sanitarios que le rodean, los fabricantes propone tratamientos de alto rendimiento. Esto se hace para ofrecer una duración de vida mayor al colchón al protegerlo pero también ofreciendo un mayor confort para los usuarios. Existen tratamientos contra los ácaros, como el tratamiento Purotex®. Totalmente natural, permite limitar los riesgos de alergias. En cuanto a la regulación de la temperatura, el tratamiento Adaptive procura un buen equilibrio térmico. Al evitar el calor excesivo, permite limitar el sudor y reduce los riesgos de humedad.
Recuerda...
- El cutí es la capa de textil que cubre el colchón, contribuye ampliamente a su confort.
- 3 principales tipos de cutís: cutí jacquard, cutí stretch y cutí en piqué.
- Los cutís jacquares se utilizan a menudo y ofrecen una recepción confortable.
- Los cutís en piqué tienen una trama más elástica que los cutís jacquard.
- En cuanto a los cutís stretch, son los más elásticos y se asocian en general con los colchones de látex. La combinación de ambos asegura un confort particularmente adaptable.
- La materia que compone los cutís puede ser natural o sintética.
- Las materias naturales: la viscosa es particularmente suave, el algodón está ventilado y regula la humedad, la lana es termorreguladora y el lino aísla bien de las bajas temperaturas.
- Los materiales sintéticos: el poliéster y el látex son elásticos y permiten evacuar la humedad. Los materiales sintéticos presentan la ventaja de ser más baratos.
- El cutí también contribuye a la higiene del colchón, puede beneficiar de un tratamiento antiácaros y antibacterias.